Técnica puzzle

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Introducción

Aprendizaje cooperativo

El aprendizaje cooperativo es un método de enseñanza en el cual se busca que los alumnos trabajen en grupos, generalmente con el objetivo de realizar una tarea específica, en la cual es necesaria la ayuda entre estudiantes (ya sea en parejas o grupos pequeños), dentro de un contexto enseñanza – aprendizaje.

Este método puede ayudar a los alumnos a desarrollar habilidades de liderazgo así como a desarrollar la capacidad de trabajar con otros en equipo. El aprendizaje cooperativo se basa en que cada estudiante intenta mejorar su aprendizaje y resultados, pero también el de sus compañeros.

Es interesante formar los grupos de trabajo o bien al azar, para que todos los compañeros trabajen entre ellos sin amiguismos, o intentado hacerlo de la forma más heterogénea posible (grupos mixtos, niños con más capacidad con niños que les cuesta más…).

Además, son necesarios varios ingredientes para utilizar el aprendizaje cooperativo de forma óptima:

  • Interdependencia positiva: se da cuando un estudiante piensa que está ligado con otros, de manera tal que no puede tener éxito si los restantes miembros del grupo tampoco lo logran (y viceversa)
  • Exigibilidad individual: cada uno de los miembros del grupo debe rendir cuentas no sólo de su parte del trabajo, sino del realizado por el resto del grupo. En otras palabras, no es posible que un miembro del grupo se centre exclusivamente en realizar su parte, desentendiéndose completamente del trabajo que realizan los demás miembros del grupo.
  • Interacción positiva cara a cara: cuando los estudiantes se explican oralmente cómo resolver un problema, la naturaleza de los conceptos, … Enseñan lo que saben a sus compañeros y se explican mutuamente las conexiones entre el aprendizaje pasado y presente

Técnica puzzle

La técnica puzzle la propuso el profesor Elliot Aronson de la Universidad de Austin en 1971. Se trata de una técnica basada en el aprendizaje cooperativo. El profesor Aronson conjuntamente con sus alumnos de últimos cursos ideó la técnica puzzle como una forma de reducir la conflictividad social en el aula. Hay que tener en cuenta que hacia esa época las autoridades educativas de la cuidad de Austin decidieron apostar por una escuela sin segregación racial en la que por primera vez convivían en la misma aula los tres grupos étnicos: blancos, afroamericanos e hispanos. La desconfianza entre estos grupos provocó una atmósfera de hostilidad provocada por la existencia de un ambiente muy competitivo en el aula. La idea consistió en propiciar una atmósfera más cooperativa en la que los diferentes grupos pudieran trabajan juntos para alcanzar unos objetivos comunes.

Como en un rompecabezas, cada pieza (es decir, cada estudiante) es esencial para la terminación y la comprensión completa del producto final. Si la pieza que aporta cada estudiante es esencial, entonces cada estudiante es esencial; y eso es lo qué hace esta estrategia tan eficaz.

Este método es especialmente útil a la hora de trabajar áreas de conocimiento en que los contenidos son susceptibles de ser “fragmentados” en diferentes partes. La idea principal consiste en dividir la clase en pequeños grupos de trabajo heterogéneos y a cada uno de los componentes del equipo se le asigna y se le hace responsable de una parte diferente de la tarea a realizar, en la cuál se debe especializar. Los estudiantes de diferentes equipos con la misma subtemática se reúnen para desarrollarla, en grupos de expertos, y posteriormente vuelven a sus respectivos grupos iniciales para explicar a sus compañeros la parte en la que se han especializado. La única forma que tienen los estudiantes de aprender las otras secciones o trozos que no sean las suyas, consiste en escuchar atentamente a los compañeros de equipo. La realización de la totalidad del trabajo estará condicionada por la mutua cooperación y responsabilidad entre todos los componentes del grupo. De esta forma, la interdependencia queda asegurada al ser los estudiantes tutores de sus propios compañeros.

Además, lo que hace este método todavía más interesante, es que los alumnos no dependen exclusivamente del profesor, sino que son ellos y ellas, mediante su trabajo personal, los constructores de su propio aprendizaje, lo que refuerza el aprendizaje significativo.

Objetivos

La técnica puzzle de Aronson es una técnica de aprendizaje cooperativo que ha sido aplicada en multitud de ámbitos, desde hace más de tres décadas, aunque el mayor número de experiencias se encuadran en el ámbito educativo.

Del mismo modo, se encuadra dentro del aprendizaje significativo, puesto que considera al alumnado el verdadero protagonista del proceso de enseñanza-aprendizaje.

Se trata, por tanto, de atender a la diversidad del alumnado, entendiendo que existen diversas formas de operar, multitud de intereses, valores y capacidades.

A continuación, se va a hacer una descripción de los objetivos que se pretenden conseguir con esta técnica y los pasos necesarios para su aplicación:

  • Desarrollar la capacidad de “trabajar en grupo”.
  • Pedir y ofrecer ayuda a sus compañeros.
  • Responsabilizarse e implicarse individualmente en el trabajo en grupo.
  • Ejercer diferentes roles para el correcto funcionamiento y gestión del grupo.
  • Aprender a cooperar con sus iguales en el proceso de enseñanza – aprendizaje.
  • Fomentar el aprendizaje autónomo.
  • Despertar la motivación y la curiosidad por el objeto de estudio.
  • Desarrollar habilidades para las relaciones interpresonales.
  • Estimular el desarrollo del sentido de la colaboración.
  • Favorecer el aprendizaje significativo.

Metodología

La técnica puzzle emplea una metodología activa en la que el estudiante es protagonista de su propio aprendizaje. Además, es una propuesta para estructurar el aprendizaje cooperativo. Para poder hablar de aprendizaje cooperativo no es suficiente poner a trabajar juntos a los alumnos en grupos pequeños. Es necesario que se den las premisas diferenciales que caracterizan al aprendizaje cooperativo como la interdependencia positiva entre los miembros del grupo. Cada parte en la que se divide el puzzle es esencial para la comprensión del producto final. Como consecuencia de esto cada estudiante es esencial y su contribución al grupo es única y también esencial. Ningún miembro del grupo puede conseguir el objetivo final sin que los otros miembros del grupo también lo consigan.

A continuación se describe la técnica puzzle mediante 10 pasos tal como la propuso originalmente Elliot Aronson:

  1. Dividir a los estudiantes de la clase en grupos de 5 o 6 alumnos. Estos grupos se tienen que formar de forma que incluyan diversidad en términos de género, capacidad, origen, etc.
  2. Para cada grupo, escoger a un alumno como líder de su grupo. El líder debe ser el alumno más maduro del grupo.
  3. Dividir los conceptos que se quieran introducir en la clase en 5 o 6 partes. Estas partes deben de ser independientes entre sí.
  4. Asignar a cada alumno el aprendizaje de una de las partes asegurándose de que cada alumno solo tiene acceso a la parte que le ha sido asignada.
  5. Asignar a cada alumno el tiempo adecuado para que pueda leer el material relacionado con la parte que le ha sido asignada al menos un par de veces.
  6. Formar grupos temporales de alumnos expertos en cada tema. Los “grupos de expertos” los forman los alumnos responsables de cada tema de los diferentes grupos. Asignar un determinado tiempo a cada grupo de expertos para que discutan entre ellos los puntos más importantes del tema del que son expertos. Durante este tiempo los expertos también tienen que preparar la presentación que realizarán a sus compañeros del grupo original.
  7. Reunir los alumnos otra vez en sus grupos originales.
  8. Cada alumno debe explicar a sus compañeros del grupo original el tema del que es experto. Hay que motivar al resto de compañeros del grupo a intervenir con el objetivo de clarificar la explicación.
  9. El profesor debe ir de grupo en grupo para observar el proceso. En el caso de que detecte algún problema en algún grupo (por ejemplo un alumno que domina o molesta), el profesor debe realizar una intervención adecuada. Es conveniente que sea el líder del grupo el que intervenga para gestionar los conflictos que aparezcan en el grupo. El profesor puede sugerir al líder del grupo como intervenir hasta que pueda resolver este tipo de conflictos por sí mismo.
  10. Al final de la clase es necesario realizar algún tipo de prueba sobre el material (test, cuestionario, etc.) para que los alumnos tengan la impresión de que la actividad que han realizado es importante y no se trata de un juego.

Ventajas

Algunas de las ventajas que podemos citar cuando se utiliza esta técnica en el aula son los siguientes:

  • Contribuye a mejorar la motivación de los estudiantes.
  • Aumenta la satisfacción de los estudiantes en relación a su aprendizaje.
  • Ayuda a disminuir la conflictividad en el aula.
  • Fomenta la interdependencia positiva entre los estudiantes.
  • Reduce el absentismo en el aula.
  • Contribuye a mejorar la autoestima especialmente de los alumnos con bajo rendimiento académico.

Inconvenientes

A continuación se exponen algunos de los problemas que pueden surgir cuando se trabaja en el aula con la metodología del puzzle:

  • El estudiante dominante: muchos profesores escogen de forma rotativa un alumno del grupo para que lidere la discusión. Una de las tareas del líder es animar al resto de compañeros del grupo a participar de forma equitativa en la discusión. Los alumnos rápidamente perciben que es mucho más eficaz el funcionamiento del grupo si todos pueden participar y exponer sus contribuciones, comentarios y preguntas. Una forma de contrarrestar al estudiante dominante es dar más protagonismo al grupo.
  • El estudiante lento: el profesor debe asegurar que los estudiantes con habilidades de estudio bajas no realicen contribuciones al grupo de nivel inferior a la media. Una forma para combatir ese problema consiste en utilizar los grupos de expertos para mejorar la contribución de estos alumnos mediante la aportación del resto de expertos antes de presentarlo a su grupo base.
  • Los estudiantes brillantes que se aburren: el aburrimiento en la clase puede ser un problema con independencia del método de aprendizaje que se utilice. Se ha demostrado que el grado de aburrimiento cuando se utilizan esta técnica es inferior que con las metodologías tradicionales. Si se consigue que los alumnos brillantes perciban su nuevo rol de “profesor” como un desafío habremos conseguido transformar una experiencia de aprendizaje aburrida en otra estimulante intelectualmente.
  • Los estudiantes entrenados para competir: los hábitos de aprendizaje competitivos adquiridos a lo largo de todas las etapas de nuestra formación no son fáciles de romper. A pesar de esto la experiencia ha demostrado que después de un periodo de entrenamiento los alumnos muestran una buena predisposición para el aprendizaje cooperativo incluso cuando no se introduce en las primeras etapas de la escolarización.

Planteamiento

Mediante esta técnica son los propios alumnos los que hacen de tutores del aprendizaje de sus propios compañeros siendo a la vez tutorizados por ellos. Produciéndose una interdependencia positiva al trabajar juntos, de modo que los objetivos de los participantes se hallen vinculados, de tal forma, que cada cual pueda alcanzar sus objetivos si los demás consiguen los propios. Los alumnos no dependen excesivamente del profesor, sino que son ellos los constructores de su propio aprendizaje. Por tanto, se plantea como objetivos estructurar las interacciones entre los alumnos mediante equipos de trabajo y lograr que los alumnos dependan unos de otros para lograr sus objetivos.

Para poner en práctica esta técnica, el grupo se divide en equipos y a cada uno de sus componentes se le asigna y se le hace responsable de una parte diferente de la tarea a llevar a cabo, de manera que, la realización de la totalidad del tema estará condicionada por la mutua cooperación. Los pasos a seguir son los siguientes:

  1. Se organizan los equipos (grupos puzzle) para trabajar un material académico que ha sido partido o dividido en tantas secciones como miembros tenga el equipo.
  2. Cada miembro del equipo se ocupará de estudiar o aprender uno de esos trozos o secciones.
  3. Los diferentes miembros de los distintos equipos puzzle que van a ocuparse de las mismas secciones se reúnen en grupos de expertos para discutirlas.
  4. Los estudiantes vuelven a sus equipos iniciales (grupos puzzle), y enseñan su sección a sus compañeros.

Grupos base y de expertos

¿Cómo formar y organizar los grupos?

Debemos organizar los grupos lo antes posible. Por ejemplo, el primer día de clase hacer que los alumnos rellenen un cuestionario con información que creas relevante para formar los grupos. A partir de esa información, forma tú los grupos y anuncia la composición en el segundo día de clase. En general, conviene que los grupos sean heterogéneos.

A continuación debemos iniciar cada clase con una reunión del grupo base. Establece como regla de funcionamiento que cada clase empiece con una reunión de los grupos base. En esa reunión los miembros del grupo discuten sobre las dificultades que han tenido para realizar las tareas individuales encargadas por el profesor en la última clase y se aclaran entre ellos las dudas surgidas.

Luego emplearemos la evaluación estratégicamente. Los estudiantes se toman muy en serio los criterios de evaluación. Por ello, podemos usar esos criterios para reforzar la dinámica del grupo base. El siguiente planteamiento consiste en el que el maestro asigne roles. Cuando los alumnos se enfrentan por primera vez al reto de trabajar en grupo puede resultarles de ayuda que asignes explícitamente roles concretos a cada miembro (secretario, controlador de tiempo, verificador…).

El siguiente paso consiste en insistir con estrategias de aprendizaje cooperativo. El uso sistemático de estrategias de aprendizaje cooperativo (y en particular, de grupos base) mejora sensiblemente el clima de clase, ayuda mucho a los alumnos más inhibidos, consigue que los alumnos persistan más y abandonen menos y ayuda al profesor en uno de los retos más importantes: conseguir que todos los alumnos tengan evidencias de su progreso en el curso.

Por último, es de gran importancia razonar el porqué de estas estrategias y tener en cuenta en todo momento a nuestros alumnos. No obstante, la cuestión no está exenta de dificultades. Algunos alumnos más individualistas pueden resistirse. No es difícil articular un discurso que ponga de manifiesto que saber trabajar en grupo es una habilidad muy valiosa y cuánto antes empiecen mejor. Cuando surjan las primeras dificultades de mal entendimiento del grupo, debemos pensar que esos son los problemas de la vida misma. En lugar de lamentarte y cuestionar si es conveniente usar las técnicas de trabajo en grupo, pensaremos que tenemos una magnífica ocasión para que los alumnos desarrollen la habilidad de reconducir una situación de mal funcionamiento del grupo.

Grupos de expertos, ¿qué es y cómo se forman?

En el grupo de expertos, los estudiantes deben investigar conjuntamente para crear un documento colectivo. Además, cada estudiante, es responsable de enseñar a otros el contenido investigado. De los grupos originales se crean nuevos grupos a partir de expertos de los grupos iniciales. La tarea de cada experto es enseñar a los otros miembros de su grupo el contenido estudiado. Una vez que todos los expertos han presentado los contenidos, estos han de demostrar lo aprendido mediante la realización de un ensayo, examen o presentación.


Actividades

Para la realización de una actividad en la técnica puzzle debemos comenzar seleccionado un tema de interés y luego distribuir la tarea cada miembro se irá con los compañeros de otros grupos que comparten su misma faena, formando los grupos de expertos. En los que como dijimos antes, los niños tendrán que trabajar sobre la parte del tema o actividad que les ha tocado y cuando hayan acabado volverán a su grupo inicia o grupo base y contarán las experiencias a sus compañeros para que todos aprendan el tema completo con las explicaciones de los demás.

A la hora de seleccionar el tema para la actividad debemos tener en cuenta que este se pueda fragmentar.

A modo de ejemplo proponemos una actividad relacionada con el área de Ciencias de la Naturaleza, no siendo esta la única en la que se puede aplicar dicha técnica, ya que es muy beneficiosa en asignaturas como Educación Física, a la hora de aprender un nuevo deporte.

Esta sesión está dirigida a una clase de 25 niños de 4 de primaria tratando el tema de las plantas.

  1. En primer lugar dividimos a la clase en 5 grupos de base y de 5 personas y a cada miembro del equipo se le asigna a una técnica que tendrá que perfeccionar en el grupo de expertos (funciones de las plantas, partes, alimentación y reproducción).
  2. A continuación, se juntan los expertos de cada técnica y comienzan a practicar la que les haya tocado a cada grupo. El profesor irá supervisando cómo lo hacen para ir guiándoles en algunos aspectos.
  3. Cuando hayan acabado se reunirán de nuevo con su grupo de base y enseñarán a sus demás amigos las técnicas que han aprendido en el grupo de expertos para que entre todos consigan tener las nociones básicas en los diferentes aspectos de las plantas.
  4. Al final los grupos base se enfrentarán entre ellos después de haber comentado tosas sus técnicas para comprobar el resultado de la cooperación y el interés del grupo en su aprendizaje.

Vuelta al grupo base

Una vez terminado el trabajo en el grupo de expertos, cada niño vuelve a su grupo original, también denominado grupo base, explicando, cada uno de ellos al resto de sus compañeros de grupo lo que han aprendido en el grupo de expertos. De esta forma todos los sujetos son expertos de todas las temáticas.

Es importante tener en cuenta que cada experto de cada grupo expondrá su parte del tema explicándola y aclarando cualquier duda o concepto que no hayan entendido sus compañeros, el profesor también servirá de guía ya que cualquier duda que le surja a los alumnos éste podrá resolverla.


Evaluación

En la evaluación de esta técnica se valorarán diversos aspectos como el grado de conocimiento del grupo y de cada uno de sus integrantes.

Para poder realizar esta evaluación se deberá responder a tres cuestiones, igual que si utilizásemos cualquier otras herramienta o técnica:

  1. ¿Qué evaluar?
  2. ¿Cómo evaluar?
  3. ¿Cuándo evaluar?

1. ¿Qué evaluar?

Tendremos en cuenta aspectos como las aportaciones por parte del alumnado, la diferencia entre los conocimientos previos y los que han logrado alcanzar de forma individual de todas las partes del tema y no solo de la que eran expertos, la diferencia existente entre los conocimientos previos y los nuevos alcanzados a nivel grupal, la motivación existente a la hora de realizar la tarea, los recursos utilizados para la búsqueda de información como por ejemplo revistas, páginas web, libros…las relaciones, interacciones y habilidades sociales que se fomentan realizando esta tarea o también el material adicional que cada experto utiliza para explicar a su grupo los conocimientos que adquirieron.

2. ¿Cómo evaluar?

Se utilizarán varios instrumentos en diversos contextos y tiempos, así tendremos la certeza de valorar lo que de verdad nos atañe.

Utilizaremos la observación directa y sistemática así como el análisis de los trabajos y la conducta de cada alumno.

3. ¿Cuándo evaluar?

  1. Inicial, que se dará al comienzo del proceso y en el que se le pasara al alumnado un cuestionario para saber qué conocimientos tienen del tema que van a estudiar, gracias a esto tendremos una línea sobre la que podremos comparar cuanto han aprendido.
  2. La siguiente fase es la evaluación continua que se dará a lo largo de todo el proceso de este modo podremos hacer modificaciones sin la necesidad de esperar a que el proceso termine. Es importante valorar y tener en cuenta el formar y mantener los grupos de expertos.
  3. Por último en la evaluación final valoraremos la madurez y los conocimientos adquiridos por cada uno de los expertos y por cada grupo base.

Conclusiones

La técnica puzzle promueve el aprendizaje y la motivación de los estudiantes logrando que los alumnos compartan en grupo la información adquirida. Esta técnica se basa en el aprendizaje cooperativo que consiste en trabajar en grupos pequeños para realizar tareas colectivas.

Resulta importante llevar esta técnica a las aulas puesto que el aprendizaje cooperativo motiva a los alumnos para aprender.

Por norma general en las aulas se utiliza el libro de texto como única herramienta para enseñar las materias a los alumnos pero para éstos el guiarse solo por el libro de texto puede resultar aburrido. Con el trabajo cooperativo reunimos a los alumnos en grupos más pequeños y les aportamos un tema cualquiera, dividiendo éste en partes y otorgando cada parte a cada miembro del grupo. A la hora de buscar y asimilar la información obtenida los niños trabajan con sus compañeros y aprenden mucha información sin apenas darse cuenta. Después de este proceso, al juntarse con el grupo base, no solo adquieren los conocimientos adquiridos por ellos mismos si no que además, al comprender la información del resto de sus compañeros aprenden todo un tema de una forma dinámica y fomentando el trabajo en grupo.

Esta técnica tiene una serie de aspectos positivos como por ejemplo el aumento del autoestima de cada alumno, logra que los alumnos se escuchen unos a otros, mejora el rendimiento académico individual y grupal, disminuye la competitividad, ayuda a valorar a sus compañeros a nivel personal y también como fuente de información y reduce las hostilidades y tensiones entre los alumnos, algo que resulta muy beneficioso.

En relación con la evaluación también cabe destacar que el profesor no solo evalúa un examen o un trabajo escrito individual si no que valora el esfuerzo de cada alumno, de cada grupo de expertos y valora de forma individual todo lo aprendido. En esta técnica también se podría valorar de manera escrita lo asimilado por cada alumno, pero haciéndolo oralmente favoreces a que los alumnos, poco a poco, confíen en sí mismos y en su capacidad para aprender y explicar los conocimientos adquiridos.


Bibliografía

  • Ovejero, A. (1990). Aprendizaje cooperativo: Una alternativa eficaz a la enseñanza tradicional. Barcelona: PPU.
  • Traver, J. A., y García, R. (2004). La enseñanza-aprendizaje de la actitud de solidaridad en el aula: una propuesta de trabajo centrada en la aplicación de la técnica puzzle de Aronson, en Revista Española de Pedagogía, 229, pp. 419-437.

Webgrafía

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